Sólo una pregunta te hago:
***¿Por qué pensás eso de mí?***
Nunca te di ninguna razón... no sabés cómo ni cuánto amo, no podés juzgar...
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Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, estas cenizas no juegan con fuego, este ciego no mira para atrás. Este notario firma lo que escribo, esta letra no la protestaré, ahórrate el acuse de recibo, estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir, este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca, estos ojos no lloran más por tí...
Úsame un poquito más - Sui Generis
Voy tratando de hacerte amarme,
y todo lo que hago no deja de alejarme.
No me quieres más,
por eso sos cruel,
no importa lo que hagas
yo siempre seré fiel.
Si ya no me quieres -por siempre-
no me necesitas -por siempre-
úsame un poquito más.
Voy a pararte de cualquier manera,
ya no me importa nada más en esta espera.
No me quieres más, por eso sos cruel,
no importa lo que hagas yo siempre seré fiel.
Si ya no me quieres -por siempre-
no me necesitas -por siempre-
úsame un poquito más,un poquito más.
Voy tratando de hacerte amarme,
y todo lo que hago no deja de alejarme.
Si ya no me quieres -por siempre-
no me necesitas -por siempre-
Si ya no me quieres -por siempre-
úsame un poquito más.
y todo lo que hago no deja de alejarme.
No me quieres más,
por eso sos cruel,
no importa lo que hagas
yo siempre seré fiel.
Si ya no me quieres -por siempre-
no me necesitas -por siempre-
úsame un poquito más.
Voy a pararte de cualquier manera,
ya no me importa nada más en esta espera.
No me quieres más, por eso sos cruel,
no importa lo que hagas yo siempre seré fiel.
Si ya no me quieres -por siempre-
no me necesitas -por siempre-
úsame un poquito más,un poquito más.
Voy tratando de hacerte amarme,
y todo lo que hago no deja de alejarme.
Si ya no me quieres -por siempre-
no me necesitas -por siempre-
Si ya no me quieres -por siempre-
úsame un poquito más.
Lo cotidiano
Abro los ojos y te veo, respiro y siento tu olor, muevo mis manos y siento tocarte, mi lengua tiene grabado tu sabor, me desvelo por escucharte en medio del silencio nocturno…
No dormí porque te ví, te sentí, te toqué, te escuche y no estabas...
No dormí porque te ví, te sentí, te toqué, te escuche y no estabas...
Necesidad, Sentimientos...
Necesito liberar mi vida de esta prisión.
Me arrastro con un peso insoportable.
Siento una tristeza sin límite, sin final.
Tengo dolor de existir, inapetencia de vida.
Lo único que tiene vida adentro mío es el amor que siento por vos...
Me arrastro con un peso insoportable.
Siento una tristeza sin límite, sin final.
Tengo dolor de existir, inapetencia de vida.
Lo único que tiene vida adentro mío es el amor que siento por vos...
Desamor - Joan Manuel Serrat
En su soledad, sentados frente a frente,
a la hora de siempre y en la misma mesa,
café de por medio, la misma pareja
de mediana edad y pinta de buena gente.
No les queda resto para otra jugada,
se le torció el camino...
Se dio vuelta el viento.
Les pudo el fracaso y le resentimiento,
y hoy son dos ejércitos en retirada.
Ay desamor, desamor... ciego desamor.... negro desamor...
Casi sin mirarla, él le habla de puntillas
con frases muy cortas
mientras ella niega con los ojos fijos en la taza y juega mecánicamente con la cucharilla.
Se sacó del bolso tal vez un anillo,
lo tiro en el Mármol y sonó a mentira.
Él busca su mano y ella la retira con la excusa de encender un cigarrillo.
Ay desamor, desamor... ciego desamor... negro desamor...
Qué tristes se ven,
qué lejos están...
Tanto que olvidar y nada que decirse.
Quien diría que un día también
se quisieron y tal vez fueron felices.
Mientras él inmóvil se quedó sentado
ella muy despacio llegó hasta la puerta
abriéndose paso entre horas muertas
y la indiferencia de los parroquianos,
y tras el cristal de la cafetería,
calle abajo la siguió con la mirada impotente,
viendo como se alejaba sin volver la cara el ultimo tranvía.
Ay desamor, desamor... ciego desamor... turbio desamor...
Qué tristes se ven, qué lejos están,
tanto que olvidary nada que decirse.
Quien diría que un día también se quisieron
y tal vez fueron felices.
Y en la mañana, la mujer de la limpieza
junto a las colillas barrerá del suelo
unos besos mustios y un mechón de pelo
algo pisoteados por la clientela.
a la hora de siempre y en la misma mesa,
café de por medio, la misma pareja
de mediana edad y pinta de buena gente.
No les queda resto para otra jugada,
se le torció el camino...
Se dio vuelta el viento.
Les pudo el fracaso y le resentimiento,
y hoy son dos ejércitos en retirada.
Ay desamor, desamor... ciego desamor.... negro desamor...
Casi sin mirarla, él le habla de puntillas
con frases muy cortas
mientras ella niega con los ojos fijos en la taza y juega mecánicamente con la cucharilla.
Se sacó del bolso tal vez un anillo,
lo tiro en el Mármol y sonó a mentira.
Él busca su mano y ella la retira con la excusa de encender un cigarrillo.
Ay desamor, desamor... ciego desamor... negro desamor...
Qué tristes se ven,
qué lejos están...
Tanto que olvidar y nada que decirse.
Quien diría que un día también
se quisieron y tal vez fueron felices.
Mientras él inmóvil se quedó sentado
ella muy despacio llegó hasta la puerta
abriéndose paso entre horas muertas
y la indiferencia de los parroquianos,
y tras el cristal de la cafetería,
calle abajo la siguió con la mirada impotente,
viendo como se alejaba sin volver la cara el ultimo tranvía.
Ay desamor, desamor... ciego desamor... turbio desamor...
Qué tristes se ven, qué lejos están,
tanto que olvidary nada que decirse.
Quien diría que un día también se quisieron
y tal vez fueron felices.
Y en la mañana, la mujer de la limpieza
junto a las colillas barrerá del suelo
unos besos mustios y un mechón de pelo
algo pisoteados por la clientela.
Falta y Sobra
Faltan palabras, sobra silencio…
Falta cariño, sobra desamor…
Faltan certezas, sobra incertidumbre…
Falta verdad, sobra la nada…
Faltan abrazos, sobran manos…
Faltan miradas, sobran ojos…
Falta bronca, sobra resignación…
Falta orgullo, sobra desvalorización…
Falta dignidad, sobra inseguridad…
Falta pareja, sobra relación…
Falta camino, sobran direcciones…
Falta unión, sobra distancia…
Falta comprensión, sobran acciones…
Faltan coincidencias, sobran diferencias…
Falta cariño, sobra desamor…
Faltan certezas, sobra incertidumbre…
Falta verdad, sobra la nada…
Faltan abrazos, sobran manos…
Faltan miradas, sobran ojos…
Falta bronca, sobra resignación…
Falta orgullo, sobra desvalorización…
Falta dignidad, sobra inseguridad…
Falta pareja, sobra relación…
Falta camino, sobran direcciones…
Falta unión, sobra distancia…
Falta comprensión, sobran acciones…
Faltan coincidencias, sobran diferencias…
Final...
El sol no sale. La luna no crece. La ciudad esta quieta y los pájaros en silencio. El viento no sopla, la lluvia no cae y las flores no crecen. Llegó el fin y yo no lo acepto. Terminó y no entiendo. Entre perdida y confundida me cubre la angustia. La oscuridad llena mis momentos, la desidia inunda mi casa y el reloj ya no se mueve. Tanto desorden, tanto descuido, tanta muerte, tanto final. Las nubes taparon mi vida, el cielo gris no quiere abrazarme. Estoy sola.
Sentires
El andar sobre el camino del sentir tristeza... Caminar pisándome la vida... Cansada de cargar la mochila llena de soledad... Extrañándote...
//*Yo*\\
- *CeLaiNa*
- Argentina, Bs As, Argentina
- Cien días encerrada en ese gris, tragando niebla x la nariz... Nunca dejes de buscarme, la excusa más cobarde es culpar al destino...
De la Ausencia y de Tí - Silvio Rodríguez
Ahora sólo me queda buscarme de amantela respiración.
No mirar a los mapas, seguir en mí misma,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro.
O hacer la canción y decirte que todo está igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por tí,
esperando por tí.
Sigo yendo a nuestro bar semana por semana,
¿te acuerdas de allí?
Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos.
Yo sé que él no me ama,
es por eso tal vez que lo siento en mi sala,
aunque ahora no está.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.
No quisiera un fracaso en el sabio delito que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es la nostalgia de cosas pequeñas y tontas,
como en el tumulto pisarte los pies.
Madrugadas sin ir a dormir, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.
Las ideas son balas hoy día y no puedo usar flores por ti.
Hoy quisiera ser vieja y muy sabia y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti,
para ti,
para ti,
para ti.
No mirar a los mapas, seguir en mí misma,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro.
O hacer la canción y decirte que todo está igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por tí,
esperando por tí.
Sigo yendo a nuestro bar semana por semana,
¿te acuerdas de allí?
Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos.
Yo sé que él no me ama,
es por eso tal vez que lo siento en mi sala,
aunque ahora no está.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.
No quisiera un fracaso en el sabio delito que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es la nostalgia de cosas pequeñas y tontas,
como en el tumulto pisarte los pies.
Madrugadas sin ir a dormir, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.
Las ideas son balas hoy día y no puedo usar flores por ti.
Hoy quisiera ser vieja y muy sabia y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti,
para ti,
para ti,
para ti.
La extraña pareja - Ismael Serrano (reformada a mi gusto, o disgusto)
Eran conocidos en las calles del barrio, conocidos en todos los bares y tabernas.
Él era bajo, tan serio, tan pálido y delgado, ella rubia y frágil, tan graciosa y pequeña.
Él rondaba, más o menos, los cuarenta, y ella debía tener no más de veinticuatro.
Él daba clases, creo, en alguna academia, y ella estudiaba, creo, en la universidad.
Bebían y se amaban, o eso parecía, discutían a veces, a veces sonreían, se besaban y odiaban, pero nadie es perfecto, el amor es difícil y extraño en estos tiempos.
La noche debilita los corazones, noches de funeral, de vino y rosas.
Brindemos por el amor y sus fracasos, quizás podamos escoger nuestra derrota.
El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa. Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura.
Ella entró en su casa como de costumbre, iba vestida toda de riguroso luto, venía borracha y sola, traía el gesto serio, y en las manos una corona de difuntos.
Él le había dejado, nos explicó serena, y había decidido considerarlo muerto, y brindar por su olvido y su descanso eterno, y celebrar su entierro de taberna en taberna.
Así que allá nos fuimos, y para qué contaros: vasos, vinos y risas, alguna vomitona, abrazos de amistad, eterna aquella noche.
Requiescan y brindemos por él y su memoria.
Al salir de el Almendro ya iba muy borracha, se desplomó en el asfalto y me incliné a su lado.
Supe que estaba muriéndose de golpe, dijo algo en mi oído, se deshizo en mis brazos.
Se la llevó la ambulancia con su corona y todo, y yo me fui a cumplir con su encargo maldito.
Llegué hasta el bar que ella me había indicado y busqué al muchacho entre el humo y el ruido.
Por fin lo ví, bailaba muy despacio, refugiado en el cálido pecho de una muchacha.
Le conté, me escuchó, se abrazó a su pareja. Yo no sé si lloró, no se veía apenas.
La noche debilita los corazones, noches de funeral, de vino y rosas. Brindemos por el amor y sus fracasos, quizás podamos escoger nuestra derrota. El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa. Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura.
Él era bajo, tan serio, tan pálido y delgado, ella rubia y frágil, tan graciosa y pequeña.
Él rondaba, más o menos, los cuarenta, y ella debía tener no más de veinticuatro.
Él daba clases, creo, en alguna academia, y ella estudiaba, creo, en la universidad.
Bebían y se amaban, o eso parecía, discutían a veces, a veces sonreían, se besaban y odiaban, pero nadie es perfecto, el amor es difícil y extraño en estos tiempos.
La noche debilita los corazones, noches de funeral, de vino y rosas.
Brindemos por el amor y sus fracasos, quizás podamos escoger nuestra derrota.
El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa. Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura.
Ella entró en su casa como de costumbre, iba vestida toda de riguroso luto, venía borracha y sola, traía el gesto serio, y en las manos una corona de difuntos.
Él le había dejado, nos explicó serena, y había decidido considerarlo muerto, y brindar por su olvido y su descanso eterno, y celebrar su entierro de taberna en taberna.
Así que allá nos fuimos, y para qué contaros: vasos, vinos y risas, alguna vomitona, abrazos de amistad, eterna aquella noche.
Requiescan y brindemos por él y su memoria.
Al salir de el Almendro ya iba muy borracha, se desplomó en el asfalto y me incliné a su lado.
Supe que estaba muriéndose de golpe, dijo algo en mi oído, se deshizo en mis brazos.
Se la llevó la ambulancia con su corona y todo, y yo me fui a cumplir con su encargo maldito.
Llegué hasta el bar que ella me había indicado y busqué al muchacho entre el humo y el ruido.
Por fin lo ví, bailaba muy despacio, refugiado en el cálido pecho de una muchacha.
Le conté, me escuchó, se abrazó a su pareja. Yo no sé si lloró, no se veía apenas.
La noche debilita los corazones, noches de funeral, de vino y rosas. Brindemos por el amor y sus fracasos, quizás podamos escoger nuestra derrota. El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa. Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno mientras dura.
Sin tí a mi lado - Ismael Serrano
Estoy cansada de hacer el mismo recorrido, el mismo trabajo, ver las mismas caras, los mismos paisajes, sin tí a mi lado.
Mi vida, poco a poco, se va llenando de esos días tristes, grises y opacos, que uno omite en su biografía.
Cansada de ir cada noche a los mismos bares, buscándote aunque sé que no estás, que no voy a encontrarte.
Cansada de ir cada noche lamentando tu ausencia, directamente a tu altar para hacerte una ofrenda.
Mañana será tarde si vienes a buscarme.
Mira en tu buzón, dejé un mensaje. No todo está perdido, encuéntrate conmigo, tú bien conoces el camino.
A esas horas, en las que casi todos engañan a sus amantes, casi siempre encuentro un buen momento para asesinarme.
Y entre muerte y muerte miro a la ventana, con la vana esperanza de ver que Madrid se consume entre llamas.
Tú quizás mientras busques un horario perdido o cantes una canción para dormir a un niño.
Tú mientras busques en papeles perdidos la letra de una canción que yo te he escrito.
Mañana será tarde si vienes a buscarme. Mira en tu buzón, dejé un mensaje. No todo está perdido, encuéntrate conmigo, tú bien conoces el camino. Mañana será tarde si vienes a buscarme.
Mi vida, poco a poco, se va llenando de esos días tristes, grises y opacos, que uno omite en su biografía.
Cansada de ir cada noche a los mismos bares, buscándote aunque sé que no estás, que no voy a encontrarte.
Cansada de ir cada noche lamentando tu ausencia, directamente a tu altar para hacerte una ofrenda.
Mañana será tarde si vienes a buscarme.
Mira en tu buzón, dejé un mensaje. No todo está perdido, encuéntrate conmigo, tú bien conoces el camino.
A esas horas, en las que casi todos engañan a sus amantes, casi siempre encuentro un buen momento para asesinarme.
Y entre muerte y muerte miro a la ventana, con la vana esperanza de ver que Madrid se consume entre llamas.
Tú quizás mientras busques un horario perdido o cantes una canción para dormir a un niño.
Tú mientras busques en papeles perdidos la letra de una canción que yo te he escrito.
Mañana será tarde si vienes a buscarme. Mira en tu buzón, dejé un mensaje. No todo está perdido, encuéntrate conmigo, tú bien conoces el camino. Mañana será tarde si vienes a buscarme.
La Despedida - Fito Paez
Algo se detuvo en punto muerto
y fue tan grande ese silencio,
fue tan grande el desamor...
Restos de un navío que encallaba,
yo te quise, yo te amaba.
No sé bien lo qué pasó.
Cuando los jazmines no perfuman,
cuando sólo vemos bruma,
cuando el cuento terminó,
todo nos parece intranscendente.
No es cuestión de edad o de suerte,
de esto se trata el amor.
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad,
a toda velocidad ....
Veo tus pupilas descubriendo algún Chagall
en el invierno, creo del ´83.
Yo estoy a tu lado revolviendo, ordenando libros viejos que leí pero olvidé.
Besos de tu madre en el teléfono, y la lluvia es un espejo que me ayuda a verte bien.
Oigo tu sonrisa que ilumina el estudio y la cocina
entre las copas y el café.
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad,
a toda velocidad ...
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas,
se acabó lo mejor, ¿quién nos quita esta herida?
Tú me pierdes a mí, yo te doy por perdida.
Es la hora de huir, la despedida, la despedida ...
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad.
a toda velocidad ...
y fue tan grande ese silencio,
fue tan grande el desamor...
Restos de un navío que encallaba,
yo te quise, yo te amaba.
No sé bien lo qué pasó.
Cuando los jazmines no perfuman,
cuando sólo vemos bruma,
cuando el cuento terminó,
todo nos parece intranscendente.
No es cuestión de edad o de suerte,
de esto se trata el amor.
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad,
a toda velocidad ....
Veo tus pupilas descubriendo algún Chagall
en el invierno, creo del ´83.
Yo estoy a tu lado revolviendo, ordenando libros viejos que leí pero olvidé.
Besos de tu madre en el teléfono, y la lluvia es un espejo que me ayuda a verte bien.
Oigo tu sonrisa que ilumina el estudio y la cocina
entre las copas y el café.
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad,
a toda velocidad ...
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas,
se acabó lo mejor, ¿quién nos quita esta herida?
Tú me pierdes a mí, yo te doy por perdida.
Es la hora de huir, la despedida, la despedida ...
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad.
a toda velocidad ...
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Espera
En el mar de tus ojos se ahogó mi vida. Será por siempre esta distancia entre ambos la que le impida a mi boca llegar hasta tu beso…
¿Sabrás que nuevamente estoy llorando?
¿Sabrás que mis palabras son tu nombre?
¿Sabrás que tu nombre es agonía?
Sigo perdida entre palabras y recuerdos... Mi corazón, con cruel dolor, apagó la última esperanza, la última con la que te esperaba porque ya no te espero...
La que tanto te esperó, murió…
¿Sabrás que nuevamente estoy llorando?
¿Sabrás que mis palabras son tu nombre?
¿Sabrás que tu nombre es agonía?
Sigo perdida entre palabras y recuerdos... Mi corazón, con cruel dolor, apagó la última esperanza, la última con la que te esperaba porque ya no te espero...
La que tanto te esperó, murió…
Será
Será tu maldición que nadie pueda quererte igual que te quise yo. Tu silencio me acongoja. Soy una payasa que me río ocultando mi fracaso. Es tarde para que me vuelva atrás, quise ser indiferente un instante, pero sé que no podré dejar de amarte.
Camino Abajo
Me corta el filo de tu ausencia y voy camino abajo con mi tristeza en la mano. Me quemo mientras envejezco. Me queda mucho por olvidar y nada por hacer. No puedo recordarte sin llorar. Camino abajo está el recuerdo tuyo…
Matemática Dolorosa
La suma de silencios…
La resta de razones…
La multiplicación de deseos…
La división de soledades…
La potencia de la tristeza…
La raíz de la angustia…
La resta de razones…
La multiplicación de deseos…
La división de soledades…
La potencia de la tristeza…
La raíz de la angustia…
¿Cómo poder recordarte sin morir?
En la profundidad de este silencio, de esta incertidumbre, de esta confusión, de esta angustia, no veo. Estoy ciega.
Envuelta en la nube gris de la tristeza, de la soledad, del desasosiego, de la imposibilidad, de la incapacidad, no siento. Estoy rota.
Llena de nunca, de muerte, de incapacidad, no hablo. Estoy muda.
Abrazada de preguntas, de interrogantes, de enigmas, de misterios, de secretos, no escucho. Estoy sorda.
Cubierta de final, de conclusiones, de adioses, de despedidas, no respiro. Estoy muerta.
Envuelta en la nube gris de la tristeza, de la soledad, del desasosiego, de la imposibilidad, de la incapacidad, no siento. Estoy rota.
Llena de nunca, de muerte, de incapacidad, no hablo. Estoy muda.
Abrazada de preguntas, de interrogantes, de enigmas, de misterios, de secretos, no escucho. Estoy sorda.
Cubierta de final, de conclusiones, de adioses, de despedidas, no respiro. Estoy muerta.
Ansiedad
La ansiedad producto de tu ausencia que también es presencia porque estás adentro mío aunque no estés conmigo...
La ansiedad que genera la incertidumbre de no saber si volveré a ver ese rostro que pudo encerrar tanta felicidad...
La ansiedad de no chocar, otra vez, mi mirada con la tuya...
La ansiedad que genera la incertidumbre de no saber si volveré a ver ese rostro que pudo encerrar tanta felicidad...
La ansiedad de no chocar, otra vez, mi mirada con la tuya...
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Estado de decaimiento
RECOBRARSE DE UN ESTADO DE DECAIMIENTO TIENE QUE SER FÁCIL. A PESAR DEL DOLOR Y DEL CANSANCIO, ME TRAGO TODO LO QUE PUEDA DECIR. SÍ, LOS DOS TENEMOS RAZÓN, Y PARA NO DARNOS CUENTA IRREVOCABLE DE ESO, MEJOR… ¿NO TE PARECE? CADA UNO SE VA SÓLO A SU CASA.
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