martes, 13 de abril de 2010

Vos, mi memoria, el pasado y el tiempo... ¿Hay presente?

A punto de hervor están las memorias.
El frío del pasado congela mi espalda y mis temores deforman las palabras.
Para vos, mi adolescencia, para que vuelvas en la distancia.
Sigo recordándote aunque estés ausente como el sonido de nuestras palabras mudas.
Ya no tengo por qué mirarte, los ojos hoy no me hacen falta. Vos me ves con mi vientre cumplido.
Cuando duermo ya no es tu cuerpo desnudo el que estrecho. Y agarrada a mi sueño, me despierto y no hay nadie en mi cama, cuando duermo.
Al fin, un feto maduro se consumará y el lógico parto último, sin volver a compartir un descanso dominical.
Y así, inexorable, el tiempo pasa…

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