martes, 19 de mayo de 2009

Es todo, un adiós...

La tarde, la alborada, dos palabras, unas manos que se sueltan, tu mirada y un adiós.
La lluvia, mi silencio, tus recuerdos, unos pasos que se alejan y este amor que terminó.
Es todo lo que puedo recordar de aquella despedida, aquel final.
La gente que camina, mil espejos en la tierra, alguna iglesia y frío a mi alrededor.
Un árbol que se queja, dos palomas que se mojan, un anciano que camina, un reloj, la luna que se asoma mientras el sol agoniza, una pareja que se besa, un vendedor.
Un algo que me dice que esta vez es para siempre y esta lluvia que acompaña mi dolor.
Tu cuerpo que se esfuma entre las gotas que revientan, el olor de lo mojado, un vendaval, las hojas que te siguen como pidiendo que vuelvas, pero es claro que esta vez no escucharás.
Y mientras todo llueve yo me alejo, me pregunto si algún día te conseguiré olvidar.

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