jueves, 24 de septiembre de 2009

Mi Desastre...

Hoy me pregunto por mi desastre, por mi final, en fin, por tu ausencia.
Me levanté sola como la mayoría de las noches que acompañaron mi vida, pero me levanté extrañando tu compañía.
Trato de disfrutar de mi soledad porque no puedo disfrutar de tu ausencia.
El desasosiego de cada día que es igual al de todos los días.
El Hospital me hace bien. El Hospital… único lugar donde encuentro paz, donde me encuentro, donde estoy y a la vez soy. Es que estoy en tantos lugares… pero soy en muy pocos. Estoy sin ser pareja, tampoco amante. ¿Qué soy? ¿Hasta cuándo voy a seguir estando sin ser?
Un átomo de vida en una partícula de muerte.
El futuro negro como ausencia de color, como ausencia… Anhelo de lo ausente, inexistente, irreal, ilusorio, imposible…
El peso de seguir estando sin ser se hace insostenible, irresistible, doloroso. Sin embargo, ni me voy, ni me quedo, resisto. Resisto en el más intenso sufrimiento.
Nunca fui, siempre estuve. Nunca recibí, siempre dí. Siempre y nunca, opuestos y complementarios al mismo tiempo.
Persistencia, insistencia, perseverancia, constancia, paciencia, ¿demanda?
Búsqueda del sentido de algo que no tiene sentido.
Pedir, rogar, suplicar, implorar, ¿demanda?
Anulación de la dignidad, destrucción del orgullo, eliminación de la autovaloración.
Sacrificio… ¿Seguiré estando sin ser hasta que deje de existir?
Silencio, afonía, sordera… faltaron las palabras. Hoy sobra decirte TE AMO.
Tu ausencia es la ausencia de mi existencia…

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