Despedida...
Tu ausencia anunciaba el inevitable final. Tu silencio era el adiós que no me atrevía a aceptar porque quería que me lo dijeras sin titubear. Y dulce y tierno, te despediste, besándome diferente.
Y tus palabras fueron el final, tu final, nuestro final y mi final…
Y esos ojos celeste mar, que nunca más volveré a mirar; me decían con frialdad, no te quiero más.
Y esa casa, en la que muchas noches dormimos; lejana de mí se encontrará.
Y la arena, testigo de nuestra entrega total, se irá con los recuerdos de nuestra felicidad.
Y la luna, que nos acompañó tantas madrugadas de trabajo, se preguntará qué pasó; y, ¿cómo responderle que el amor se terminó?
Fue un sueño nada más, que nos hizo huir de la realidad, sin futuro, sin preguntas; disfrutando con intensidad los efímeros momentos, que fueron una falacia nada más.
Fue un sueño hermoso, y debía despertar, sabía que no había futuro ni mañana desde tiempo atrás.
Te amé y eso es verdad; y si no lo sentiste, seré fácil de olvidar…
Tu ausencia anunciaba el inevitable final. Tu silencio era el adiós que no me atrevía a aceptar porque quería que me lo dijeras sin titubear. Y dulce y tierno, te despediste, besándome diferente.
Y tus palabras fueron el final, tu final, nuestro final y mi final…
Y esos ojos celeste mar, que nunca más volveré a mirar; me decían con frialdad, no te quiero más.
Y esa casa, en la que muchas noches dormimos; lejana de mí se encontrará.
Y la arena, testigo de nuestra entrega total, se irá con los recuerdos de nuestra felicidad.
Y la luna, que nos acompañó tantas madrugadas de trabajo, se preguntará qué pasó; y, ¿cómo responderle que el amor se terminó?
Fue un sueño nada más, que nos hizo huir de la realidad, sin futuro, sin preguntas; disfrutando con intensidad los efímeros momentos, que fueron una falacia nada más.
Fue un sueño hermoso, y debía despertar, sabía que no había futuro ni mañana desde tiempo atrás.
Te amé y eso es verdad; y si no lo sentiste, seré fácil de olvidar…
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