Tirame a las arañas… ¿Quién sabe? Quizá un día…
No hay palabra para mi sentir. No puedo olvidar las palabras nunca dichas. Sumergida en un estado decadencial, no hay lugar donde enterrarme en mis sucesivas muertes.
Hoy estuve un momento sola observando como llovía. Miré como el agua formaba tu nombre. Entendí que hay pájaros que no se pueden encerrar. ¿Dónde quedaron aquellas noches? Ahora pasan segundos como antes pasaban años.
Hago resumen semanal de mi pérdida de tiempo y no aprendo a estar sin vos, me dejaste con las manos tendidas.
Ya no estoy donde estoy, porque no estoy.
Cuando levante el teléfono no escucharé tu voz.
Lo increíble que es aun seguir con vida, después de tanto miedo, después de tanto dolor.
Un comienzo no desaparece nunca, ni siquiera con un final.
La esperanza de que aunque te hayas ido de mi vista, volveré a contemplarte.
Rescatame de la contmplación de tu imagen en el recuerdo.
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